Muerte

Me acabo de enterar. Falleció ayer.
Es una muerte prematura e injusta. Tenía mucho aún por vivir. 
Su trasplante no llegó, no llegó... no.
Tengo tanta pena, tanta. 
Veo pasar la vida por la ventana. La vida que fluye ajena al dolor que siento, al pesar que me atenaza y no me deja casi respirar. La gente va y viene, ignorando que otros sufren, que para algunos la vida se ha detenido en un minuto, en un segundo... dejando todo en suspenso; dejando a los que se quedan tan solos y tristes. La vida fluye ajena a sus familiares, a su esposa, a sus seres queridos que le lloran hoy y le echarán en falta para siempre.
Sí, la vida sigue y debe de seguir. 
Su trasplante no llegó.
No puedo seguir escribiendo... sé que las palabras no pueden reflejar lo que siento hoy. Son vanas y superficiales. Inútiles.
La vida es esto, sí. La muerte forma parte de ella y aprendemos a aceptarla como obligada compañera.
Pero ésta, como otras tantas que ocurren a diario, es una muerte prematura e injusta.
Mi cariño para él, para los suyos.

Y, por ahora, nada más.



Comentarios

CreatiBea ha dicho que…
Lo siento Lola.
Te mando todo mi ánimo y mi cariño.


Un abrazo.

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