Cross-match en trasplante renal: qué es y en qué consiste.

La imagen muestra un laboratorio en el que un analista trabaja con una muestra de sangre. Al fondo se ven más tubos con muestras

Cross-match o prueba cruzada es un protocolo inmunológico que busca conocer la certeza de compatibilidad entre donante y receptor y se realiza para decidir a quién se le va a trasplantar un órgano o tejido.
      Antes de explicar en qué consiste esta técnica vamos a explicar de forma breve y sencilla —muy simplificada, dado que es un sistema con un funcionamiento muy complejo— en qué consiste el sistema inmunológico de nuestro organismo.

Sistema inmunitario humano ¿Qué es?
Nuestro sistema inmunitario es el encargado de mantener nuestros tejidos sanos y protegidos de todo ataque extraño, bien de agentes patógenos (todo tipo de microorganismos como bacterias, hongos, virus, parásitos) como de toda sustancia extraña que pueda agredir o dañar nuestro cuerpo. Este sistema está formado por órganos, tejidos y células.
      Órganos que forman parte de nuestro sistema inmunitario: médula ósea, timo y sistema linfático, fundamentalmente. También se debe añadir la sangre, dado que es ella la que llega a todos órganos y tejidos para poder defenderlos y en ella se transportan los elementos fundamentales de nuestro sistema de defensa. Véase imagen, 
Se trata de un dibujo que muestra de forma esquemática el sistema inmunológico, formado por amigdala, timo, médula ósea y ganglios linfáticos

El sistema inmunológico se forma durante la etapa fetal. En esa etapa se produce el reconocimiento de nuestro propio sistema de tejidos, cuyo fin es hacer un registro de las sustancias que nos forman para después poder reconocerlas como propias. 
      ¿Qué se consigue durante el desarrollo del sistema inmune en la etapa fetal? En este periodo se identifican nuestros tejidos y estructuras como propios para poder defenderlos de tejidos y sustancias ajenos. Cuando el individuo nace, el sistema inmunitario irá adaptándose al entorno que nos rodea, objetos, sustancias… a los que irá conociendo y tomando contacto y poder así tolerarlos: alimentos, sustancias químicas, pólenes, ropas y tejidos… A veces, el sistema inmunitario no reacciona bien frente a ciertos tipos de sustancias cotidianas y aparecen las alergias (las alergias pueden aparecer casi durante toda la vida).
      La respuesta inmunológica frente a patógenos también puede tener memoria, es decir, una vez haya tenido contacto con una sustancia extraña que ha considerado enemiga, genera una serie de mecanismos de defensa que perduran en el tiempo. Este es el mecanismo que aprovechan las vacunas: mediante la administración de vacunas se pone al individuo en contacto con sustancias pertenecientes a microorganismos. Las sustancias frente a las que reacciona nuestro sistema inmunitario se llaman antígenos (Ag) que se pueden fabricar de forma artificial en los laboratorios, sin tener que administrar el microorganismo patógeno, por eso las vacunas son tan seguras. Al entrar esos antígenos en contacto con nuestro sistema inmunitario éste reacciona desarrollando una defensa completa como si de verdad fuera un agente infeccioso. Ello permite que si un día ese patógeno entra en realidad en nuestro cuerpo con intención de infectarlo, las defensas ya están formadas y preparadas y la enfermedad no se desarrolla o, si lo hace, será muy débil o atenuada. Esto es lo que se conoce como inmunidad inducida por vacunas.
      Este sistema de inmunidad inducida no es posible lograrlo con todos los agentes microbianos patógenos, por ello no existe vacuna para todas las infecciones producidas por microorganismos que nos producen enfermedades, como por ejemplo el sida, el paludismo o la tuberculosis.

¿Cómo nos defiende el sistema inmunitario?
El sistema inmunitario, que ya conoce nuestras propias sustancias y tejidos, es capaz de reaccionar frente a sustancias extrañas a las que puede identificar como peligrosas; es lo que sucede con los microorganismos patógenos. Para defendernos el sistema inmunológico dispone de células (glóbulos blancos o leucocitos) y varias sustancias que podrán actuar de forma coordinada:
  •       Glóbulos blancos: estos son los que se ocupan de la defensa celular de nuestro organismo. Existen varios tipos y cada uno se ocupa de una función.
    1.    Linfocitos, de los que existen dos tipos: B y T. Los linfocitos B son los que fabrican anticuerpos (Ac) —llamados de forma científica inmunoglobulinas (Ig)—, de forma específica frente a una sustancia o patógeno concreto. Esa sustancia frente a la que reaccionan se llama antígeno (Ag). Otro tipo de linfocitos son los T; los linfocitos T, de los que existen varios subtipos, tienen capacidad de matar ellos mismos cualquier célula patógena que ataque nuestro organismo y, generalmente, también coordina el ataque de las demás células.
    Son los linfocitos T los encargados de coordinar el reconocimiento de nuestros tejidos como sustancias propias. Es lo que se conoce como Complejo Mayor de Histocompatibilidad[1] (CMH o MHC, en inglés)
    2.     Monocitos-Macrófagos son leucocitos que se encuentran en los tejidos y que matan las estructuras patógenas
    3.  Neutrófilos están en circulación constante en la sangre, vigilantes frente a cualquier infección; suelen ser los primeros que acuden a un foco de ataque.
    ·   Sustancias: nuestro sistema inmunológico segrega una serie de sustancias para estimular la acción de las células o para facilitar el bloqueo de los patógenos: complemento, anticuerpos, enzimas…


    [1] También se le conoce como CPH, Complejo Principal de Histocompatibilidad… 

CMH, ¿Qué es, para qué sirve, por qué es importante?
El Complejo Mayor de Histocompatibilidad, o CMH, es en realidad el meollo de la cuestión en los trasplantes. Histo viene del griego y significa tejido, por lo tanto sería el sistema que regula el reconocimiento inmunológico de nuestros tejidos para considerarlos como propios. Todas nuestras células del cuerpo están formadas por moléculas y sustancias que nos identifican, que nos son propias y que no son iguales a las de otro organismo humano. 
      Como indiqué más arriba, durante la etapa fetal nuestro sistema inmunitario toma nota de nuestros tejidos y sustancias y los reconocerá como propios. De esto se ocupan los linfocitos, tal como expliqué antes, y lo hace en un órgano poco conocido que se llama timo (véase dibujo). Este sistema CMH viene definido por nuestra genética (es decir, nuestro ADN determinará cómo será) y está formado por un número complejo de sustancias que identifican a nuestras células y tejido como propios… diferentes a las sustancias de células y tejidos de otro ser humano; entre  esas sustancias destaca el HLA, Human Leukocyte Antigen o antígenos leucocitarios humanos, que a su vez tiene sus subtipos. Solo los gemelos univitelinos pueden tener una composición en estas sustancias casi idénticas. Y nuestros hermanos son los que más pueden parecerse a nosotros dado que procedemos de una información genética similar.
      Esta sustancia del CMH-HLA no está en todas las células del cuerpo por igual: predomina en los glóbulos blancos(2)  (leucocitos) y está ausente en los glóbulos rojos (hematíes). Los glóbulos rojos(3) , por su parte, tienen su propio sistema de antígenos de superficie, los que conforman los grupos sanguíneos y el Rh (sistema AB0 y Rh + y —). De hecho, a todas las personas susceptibles de trasplante, se les clasifica en primera instancia por su grupo sanguíneo, dado que esa debe ser la primera prioridad de compatibilidad. Pero como se ha indicado, CMH-HLA y grupos sanguíneos (AB0 y Rh) son cuestiones completamente diferentes.
      Cuando nuestro organismo se pone en contacto con tejidos que no son nuestros, que pertenecen a otra persona, nuestro sistema inmunitario determinará si las sustancias que forman el sistema CMH del tejido ajeno le son conocidas o no. Si no las reconoce, considerará esas sustancias del CMH ajeno como un antígeno y las atacará con todo el complejo sistema celular y humoral inmunitario descrito antes. Lo atacará y matará sus células… es lo que se conoce como rechazo.
      Por ello, ante un trasplante, se deben realizar pruebas inmunológicas de laboratorio dirigidas a determinar si nuestro sistema inmunológico (receptor) va a atacar al CMH del tejido a trasplantar (donante). Estas pruebas son lo que se conoce como cross-match

¿Cómo se realiza el cross-match?
El cross-match es el término inglés que determina lo que se conoce en español como pruebas cruzadas. Consiste en tomar muestras de sangre tanto a donante (4)  como a receptor y mezclar el suero del receptor con los linfocitos del donante. Se realiza en laboratorio y sus resultados determinan a quién se le va a realizar un trasplante y a quién no con el tejido u órgano del donante que haya surgido.
      ¿Qué se busca? Lo que se pretende con esta prueba es determinar si la sangre del receptor tiene anticuerpos contra las células del donante.
      ¿Cómo se da el resultado? El resultado se daría como positivo o negativo
  • Positivo: significa que la sangre del posible receptor sí tiene anticuerpos contra las células del donante. Esto supone que el trasplante no se deber realizar, porque el rechazo estaría asegurado.
  • Negativo: significa que la sangre del posible receptor no reacciona ni ataca a las células del donante, porque no está inmunizado contra sus tejidos, contra su HLA perteneciente a su CMH. Esto supone que, a priori, con respecto a esta prueba, sí se puede hacer el trasplante.
Por supuesto, lo ideal es que el cross-match o pruebas cruzadas den un resultado negativo, porque supone que el posible receptor del trasplante no tiene una inmunidad específica frente a esas células de esos tejidos del órgano a trasplantar.

¿Qué puede condicionar que el cross-match sea positivo, por qué puede dar positivo?
Es lógico interpretar que un cross-match que resulte positivo se debe a que ha existido un contacto previo entre el posible receptor y unas células similares en sus antígenos HLA del donante. Esto puede ser debido a que el posible receptor está hiperinmunizado porque ha tenido una de estas situaciones:

  • Ha recibido transfusiones: por la razón que sea, esta persona ha tenido que ser transfundida de sangre completa o sus fracciones en algún momento de su vida. En la sangre, en la superficie de sus células leucocitarias, existen esos antígenos HLA del sistema CMH de la persona donante. Esto hace que el cuerpo fabrique en este primer contacto anticuerpos de forma específica contra ese HLA. Cuando en un futuro se hagan pruebas cruzadas o cross-match para valorar un posible trasplante, esta prueba daría positivo
Ojo, no se debe confundir el sistema de clasificación de la sangre A, B, AB y 0 (conocido de forma técnica como sistema AB0) o el que se conoce como Rh (+ o —) con el sistema HLA. Todos ellos son tipajes distintos. Se puede tener igual sistema de grupo sanguíneo, es decir igual AB0 e igual Rh, y tener antígenos HLA diferentes. De hecho, toda transfusión se realiza siempre entre personas con idéntico AB0 y Rh, sangres que antes de transfundirse se mezclan en el Banco de Sangre; esta técnica es otro tipo de pruebas cruzadas y que también deben de dar negativo antes de realizar la transfusión.
      Esta posibilidad de que las transfusiones produzcan una hiperinmunización en una persona que espera un trasplante es la que condiciona que se evite a toda costa realizar transfusiones en enfermos renales con anemia y que esas anemias derivadas de la falta de la hormona eritropoyetina (EPO) se traten con medicación y reposo antes que realizar transfusiones.
      Otra circunstancia que puede llevar a que el cross-match sea positivo:

  • Ha recibido trasplantes previos. Es fácil comprender que una persona que haya recibido un trasplante previo esté inmunizada frente a los tipos de HLA más habituales dentro de su grupo sanguíneo.
A modo de conclusión:  
1.      Nuestro sistema inmunológico está formado por células, órganos y tejidos y su función es proteger al cuerpo de ataques extraños, bien en forma de microorganismos patógenos bien por sustancias o células extrañas
2.      Todos las personas tenemos un sistema de tejidos propio, con un complejo sistema de antígenos en la superficie de las células que nos identifican como propios dentro de nuestro organismo, de reconocerlos se ocupa el sistema inmunológico.
3.      Este sistema es lo que se conoce como CMH, que dentro del sistema de trasplante el tipo de CMH que nos interesa es el HLA. Ambos son independientes y diferentes del sistema de grupos sanguíneos, AB0 y Rh que solo afecta a los glóbulos rojos.
4.      La prueba conocida como cross-match o pruebas cruzadas busca establecer si el cuerpo del posible receptor de un trasplante presenta anticuerpos frente al sistema CMH-HLA del donante.
Ø  Si el resultado es negativo, indica que SÍ se puede realizar el trasplante
Ø  Si el resultado es positivo, indica que NO se puede realizar el trasplante porque el posible receptor está inmunizado de forma concreta contra las células del órgano donante.
5.      Tener un resultado positivo en el cross-match puede deberse a que se ha recibido un trasplante previo o a que se ha recibido transfusiones con anterioridad.

La bibliografía consultada en el presente artículo ha sido:
  •   Iáñez Pareja, E. (s.f.). Complejo Principal de Histocompatibilidad. Curso de Inmunología General. Recuperado el 7 de abril de 2017, de Departamento de Microbiología. Universidad de Granada: https://www.ugr.es/~eianez/inmuno/cap_08.htm
  •      Peter Parham. Ed. Médica Panamericana, Madrid, 2ª edición.2006
  •   PROTOCOLO INMUNOLÓGICO EN EL TRASPLANTE RENAL Rafael Rodríguez Martínez Centro de transfusión de la Comunidad Valenciana. Revista SEDEN. Consultado 5 abril 2017. http://www.revistaseden.org/files/art611_1.pdf
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     (2) Iáñez Pareja, E. (s.f.). Complejo Principal de Histocompatibilidad. Curso de Inmunología General. Recuperado el 7 de abril de 2017, de Departamento de Microbiología. Universidad de Granada: 

También en: Peter Parham Ed. Médica Panamericana, 2006 Capítulo 3: «Reconocimiento del antígeno por los linfocitos T» página 71 y ss.
(3)  Peter Parham. Ed. Médica Panamericana, 2006 página 92 y ss
(4)  A veces, del donante no se toma sangre sino tejidos que contengan linfocitos, como ganglios o bazo. Obtenido de: Histocompatibilidad en trasplantes, Manuel Muro, María R. Álvarez-López, María R. Moya-Quiles  en Manual sobre donación y trasplante de órganos, Publisher: Aran Ediciones (2008), Editores: P. Parrilla, P. Ramírez, A. Ríos, pp.603-616


Esto es todo. Espero que este tema os resulte útil y que yo haya sido de hacerlo comprensible para los que no están habituados.

Y, por ahora, nada más. Cuidaos, por favor...

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